El verano es sinónimo de sol, viajes y cambios en la rutina. También es un momento en el que muchas personas quieren verse mejor y sentirse bien consigo mismas. Pero no todos los tratamientos de estética se pueden realizar en cualquier momento del año. Por eso, en este artículo te explicamos qué debes saber sobre los tratamientos estéticos en verano y cómo aprovecharlos sin poner en riesgo tu piel.
Hay procedimientos que puedes realizarte sin problema antes de irte de viaje, siempre que lo hagas con unos días de margen:
Hidrata en profundidad y mejora la firmeza de la piel sin necesidad de recuperación. Es perfecto para suavizar arrugas finas o devolver volumen a ciertas zonas del rostro. Además, no provoca fotosensibilidad, por lo que es seguro si vas a exponerte al sol con moderación.
Un tratamiento sin agujas ni efectos secundarios, que estimula el colágeno y tonifica la piel. Es ideal para quienes buscan un efecto “buena cara” antes de un evento o unas vacaciones. No requiere cuidados especiales tras la sesión.
Este tratamiento redefine el contorno del rostro y mejora la flacidez. Se puede realizar antes del verano, siempre que se planifique con tiempo suficiente, ya que el resultado óptimo se aprecia tras unas semanas.
Hay procedimientos que es preferible hacer a la vuelta, cuando la piel ya no está tan expuesta al sol y es más fácil controlar los cuidados postratamiento:
Después de semanas de sol, es común que aparezcan manchas o que se intensifiquen las ya existentes. Al volver de las vacaciones, este tratamiento ayuda a unificar el tono de la piel y a devolverle la luminosidad. Es más eficaz si se realiza sobre piel no bronceada.
Elimina grasa localizada mediante técnicas no invasivas como la radiofrecuencia o cavitación. Aunque es seguro, se recomienda no hacerlo justo antes de tomar el sol para evitar cualquier tipo de irritación o enrojecimiento.
Exfolia en profundidad y mejora la textura de la piel, pero también la deja más sensible al sol. Realizar un peeling justo antes de unas vacaciones puede provocar manchas, rojeces o quemaduras. Por eso, se recomienda reservarlo para épocas con menos exposición solar.
Sea cual sea el procedimiento, siempre es fundamental:
Los tratamientos de estética en verano pueden ser grandes aliados si se planifican bien. Algunos se pueden hacer antes de las vacaciones para lucir un rostro más fresco y descansado, y otros son perfectos para recuperar la piel tras los excesos del sol, el cloro o el mar. Lo importante es contar con un buen asesoramiento médico y elegir el momento adecuado.